El Renacimiento en España

La recepción de la estética renacentista en la Península Ibérica

La recepción de la estética renacentista en la Península Ibérica fue desigual y tardía, debido a la situación política, religiosa y cultural de los reinos hispánicos.

España vivía una época de expansión imperial y de lucha contra el islam, lo que condicionó su mentalidad y su sensibilidad artística. Por otro lado, la influencia de la Iglesia Católica y de la Inquisición limitó la libertad de expresión y de pensamiento de los creadores.

Sin embargo, también hubo factores favorables para la difusión del Renacimiento en España, como el contacto con Italia, donde muchos españoles viajaron o se establecieron, el mecenazgo de la nobleza y de la monarquía, y el desarrollo de la imprenta y de las universidades.

Arquitectura: Los inicios. Clasicismo y manierismo

El Renacimiento en España se introdujo a través de la arquitectura, que fue el primer campo artístico en adaptar los modelos clásicos italianos.

En el siglo XVI, la arquitectura renacentista alcanzó su plenitud con el clasicismo, que se caracterizó por el equilibrio, la armonía y la proporción de las formas, basadas en el uso de las órdenes clásicas y de los elementos geométricos.

A mediados del siglo XVI, el clasicismo dio paso al manierismo, que se distinguió por la complejidad, la irregularidad y el dinamismo de las formas, así como por el uso de colores y decoraciones más llamativas. El manierismo fue influenciado por las obras de Miguel Ángel y de otros artistas italianos.

Escultura: El mármol y el bronce. La madera policromada

La escultura renacentista se basó en el modelo de la antigüedad clásica, buscando representar la belleza y el movimiento del cuerpo humano. Los principales materiales utilizados fueron el mármol y el bronce, que permitían un gran detalle y expresividad. La madera policromada también se empleó para la escultura religiosa, especialmente en España y Alemania. Algunos de los escultores más destacados del Renacimiento fueron Donatello, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Bernini.

Pintura. El Greco

La pintura renacentista se caracterizó por el uso de la perspectiva, el claroscuro y el realismo. Uno de los pintores más originales y singulares del Renacimiento fue El Greco, que desarrolló un estilo personal marcado por el alargamiento de las figuras, el dinamismo de las composiciones y el contraste de colores.

El Greco se formó en Creta, donde aprendió la técnica del icono bizantino, y luego viajó a Italia, donde conoció las obras de Tiziano y Miguel Ángel. Finalmente se estableció en Toledo, España, donde realizó sus obras maestras, como El entierro del conde de Orgaz, El caballero de la mano en el pecho o Vista de Toledo. El Greco influyó en muchos artistas posteriores, como Velázquez, Goya y Picasso.

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