El Expresionismo abstracto y el Informalismo
El Expresionismo abstracto y el Informalismo fueron dos movimientos artísticos que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial, en los Estados Unidos y Europa respectivamente.
El Expresionismo abstracto fue un movimiento que se desarrolló en Nueva York, entre los años 1940 y 1950. Sus artistas utilizaron técnicas como el dripping, el action painting o el color field painting, que les permitían trabajar con gran libertad y dinamismo sobre lienzos de gran tamaño.
El Informalismo fue un movimiento que surgió en Europa, especialmente en Francia, Italia y España, entre los años 1940 y 1960.
Estos artistas se inspiraron en las vanguardias históricas, como el Surrealismo, el Dadaísmo o el Cubismo, pero también en las culturas primitivas, el arte popular y el arte infantil.
Su propósito era romper con las normas y los cánones estéticos tradicionales, y explorar las posibilidades plásticas de los materiales, las texturas y los signos. Para ello, emplearon técnicas como el collage, el grattage, el frottage o el matérico, que les permitían crear obras con una fuerte carga expresiva y simbólica.
De la abstracción pospictórica al Minimal art
A partir de la década de 1950, surgieron en Estados Unidos una serie de movimientos que reaccionaron contra el Expresionismo Abstracto y propusieron una nueva forma de entender el arte abstracto. Entre ellos, se caracterizaron por un alejamiento de la subjetividad y la emotividad del artista, y una búsqueda de la objetividad, la racionalidad y la simplicidad formal.
La abstracción pospictórica, también conocida como Color Field Painting o pintura de campos de color, consistió en la creación de grandes superficies monocromas o de colores planos, que buscaban producir un efecto visual de profundidad, luminosidad y vibración.
El Minimal art, por su parte, se basó en la reducción de los elementos formales al mínimo, empleando formas geométricas simples, colores neutros y materiales industriales.
El objetivo era eliminar cualquier referencia a la expresión, la narración o el simbolismo, y centrarse en la pura materialidad de la obra. Así, el espectador debía percibir la obra como un objeto real en el espacio, sin ninguna connotación subjetiva.
La nueva figuración
El Pop art y El Hiperrealismo
En la década de 1960, algunos artistas se apartaron del arte abstracto y recuperaron el interés por la figura humana y la realidad cotidiana. Esta tendencia se conoce como la nueva figuración, que engloba diversos movimientos artísticos que reinterpretaron la realidad desde una perspectiva crítica, irónica o humorística.
Otro movimiento que surgió en los años 60 fue el Pop art, que tomó como fuente de inspiración la cultura popular, los medios de comunicación de masas, la publicidad y el consumo. El Pop art pretendía reflejar la sociedad de su tiempo y cuestionar los valores establecidos por el arte tradicional.
El Hiperrealismo fue una corriente que llevó al extremo la representación de la realidad, utilizando técnicas fotográficas y pictóricas para crear imágenes de gran precisión y detalle. El Hiperrealismo buscaba provocar una reacción en el espectador, que debía cuestionar la veracidad de lo que veía.