Contexto histórico
A nivel social, la población no exiliada sufre una dura posguerra con escasez de alimentos y todo tipo de materias primas, tras la Segunda Guerra Mundial (1940-1945), gracias a su posición en la guerra. Estas duras condiciones comienzan a desaparecer en los años 60 con la llegada del Plan Marshall, lo que produce la apertura del régimen al exterior.
Los años 40 - La posguerra
La narrativa del exilio
Los autores desterrados añoran la España perdida, aunque la temática es muy variada. Proliferan los libros de memorias y las autobiografías
La narrativa del exilio en España durante los años 40 y 50 fue un reflejo trágico de las consecuencias de la Guerra Civil. Cientos de miles de personas, incluyendo algunos de los novelistas más importantes de la época, se vieron forzados al exilio. Permíteme destacar algunos de los escritores exiliados y sus obras más significativas:
Ramón J. Sender (1901-1982):
- Autor de una extensa obra, Sender abordó temas relacionados con la Guerra Civil y la añoranza de la patria perdida.
- En su novela “Requiem por un campesino español” (1960), un sacerdote atormentado por el recuerdo del asesinato de un feligrés rememora la vida de este hasta que es asesinado al comienzo de la guerra.
- También se destacó en la novela histórica con “La aventura equinoccial de Lope de Aguirre” (1964), basada en el conquistador español que inspiró la película “Aguirre, la cólera de Dios”.
Francisco Ayala:
- Conocido principalmente por sus narraciones cortas, Ayala también escribió novelas como “Muertes de perro” y “En el fondo del vaso”.
Arturo Barea:
- Su obra más célebre es la trilogía autobiográfica “La forja de un rebelde”, que narra su experiencia durante la Guerra Civil.
Max Aub:
- Importante autor de narrativa y teatro, Aub se centró en la Guerra Civil en su ciclo de cinco novelas titulado “El laberinto mágico”.
- También exploró el período histórico previo al conflicto en su novela “La calle de Valverde”, que aborda la dictadura de Primo de Rivera.
Rosa Chacel:
- Aunque no inició su carrera antes de la guerra, su novela “Barrio de Maravillas” (1976) es relevante en el contexto del exilio.
La narrativa del interior
Conocido como monólogo interior es una técnica narrativa que permite al lector conocer los pensamientos más íntimos de un personaje sin necesidad de que intervenga un narrador. A través del monólogo interior, el autor relata en primera persona los pensamientos del personaje, permitiendo al lector acceder a ellos en el momento en que se producen. Esta técnica nace a finales del siglo XIX y ha sido utilizada por escritores innovadores como Virginia Woolf, James Joyce, Franz Kafka, William Faulkner, Marcel Proust y otros.
Existen tres variantes del monólogo interior:
Monólogo interior propiamente dicho:
- Habitualmente está escrito en un único párrafo, sin puntos y aparte, para mantener la continuidad en el fluir de ideas, sentimientos y recuerdos.
- No sigue una estructura prefijada; el personaje puede saltar de una cuestión a otra sin justificación.
- No hay un destinatario explícito; el personaje está pensando como si hablara consigo mismo.
Flujo de consciencia:
- El autor lleva al extremo el monólogo interior.
- No es necesario respetar la gramática ni la ortografía.
- El texto aparece de forma desordenada, con reiteraciones y, a veces, sin signos de puntuación.
- Los pensamientos surgen de manera espontánea.
Soliloquio:
- En este caso, sí hay un destinatario.
- El personaje habla en voz alta, aunque esté solo.
- El discurso resulta coherente y sigue una estructura lógica.
Estas tres variantes pueden convivir dentro de la misma obra, y es común que el autor recurra al monólogo interior en momentos específicos, mientras que el resto de la narración puede estar escrita en primera persona. El monólogo interior nos permite adentrarnos en la mente de los personajes y explorar su mundo interior de manera profunda y auténtica
Un ejemplo clásico de monólogo interior lo encontramos en la novela “Las olas” de Virginia Woolf, donde la autora utiliza esta técnica para explorar la conciencia y los pensamientos de sus personajes en un fluir continuo de palabras y emociones
Los años 50. La poesía social
Se enmarca en el realismo crítico ya que no solo muestra la realidad, sino que también la explica y la denuncia. El protagonista es colectivo; hay unos trescientos personajes, la mayoría de clase media baja, pequeña burguesía venida a menos, con una situación inestable y un futuro incierto
La narrativa española durante los años 50 experimentó un cambio significativo con la aparición del realismo social. Este movimiento literario reflejó la transformación social y económica que se estaba produciendo en España, especialmente en las grandes ciudades, donde la migración desde las zonas rurales creó áreas de marginación y pobreza
A continuación, te presento algunas características clave del realismo social en la narrativa española de los años 50:
Denuncia social:
- Las novelas de esta corriente se caracterizaron por su compromiso con la realidad y su intención de denunciar las desigualdades y problemas sociales.
- Los autores expresaron solidaridad y compasión hacia las capas más humildes de la sociedad.
Protagonista colectivo:
- A diferencia de las novelas anteriores, donde el protagonista individual enfrentaba sus problemas existenciales, en el realismo social, el protagonista es la sociedad en su conjunto.
- Se exploran las vidas de personas comunes y sus luchas diarias.
Obras clave:
- Cuatro novelas se consideran fundamentales para el inicio de este movimiento:
- “La colmena” de Camilo José Cela: Una obra coral que muestra la vida cotidiana en la posguerra.
- “La noria” de Luis Romero: Aborda la vida en una pequeña ciudad.
- “El camino” de Miguel Delibes: Narra la infancia y la relación con la naturaleza.
- “Las últimas horas” de José Suárez Carreño: Ganadora del premio Nadal en 1949.
- Cuatro novelas se consideran fundamentales para el inicio de este movimiento:
Manifiestos y crítica social:
- Los escritores de esta generación publicaron manifiestos y expresaron su deseo de cambiar la estructura social.
- En 1957, el crítico Josep Maria Castellet se convirtió en portavoz del grupo en La Hora del Lector.
En resumen, el realismo social español de los años 50 fue un movimiento literario comprometido que reflejó la realidad de una España en transformación y buscó dar voz a las experiencias de las personas comunes
Cuento en los años 50
El cuento tiene un gran desarrollo en la época. Participa también del realismo social de la novela de los 50. Pero los temas son más variados, así como las características de los autores
Durante los años 50, la narrativa española experimentó una serie de cambios significativos, y el cuento no fue la excepción. A continuación, te presento algunos aspectos relevantes de esta época:
Realismo social:
- En los años 50, la narrativa se caracterizó por un enfoque realista y comprometido con la realidad social.
- Los cuentos reflejaron las luchas, desigualdades y dificultades de la vida cotidiana en la España de posguerra.
Autores destacados:
- Camilo José Cela: Su novela “La colmena” (1951) es un ejemplo importante de la narrativa de esta década. Aunque es una novela, su estructura coral y su enfoque en la vida urbana la acercan al mundo del cuento.
- Alejo Carpentier: Aunque no es español, su obra “Los pasos perdidos” (1953) es relevante en este contexto. Esta novela, ambientada en América Latina, también tiene elementos de cuento y refleja la búsqueda de sentido y la conexión con la naturaleza.
Renovación temática:
- Además de abordar temas sociales, los cuentos de los años 50 exploraron la vida cotidiana, las relaciones humanas y la introspección.
- Hubo un predominio del realismo, pero también se apreció una renovación temática y una búsqueda de nuevas voces y enfoques.
Los años 60. Renovación de la novela
La renovación en la novela tiene que ver con la influencia de modelos europeos y norteamericanos de los años 20, así como de la novela hispanoamericana con Vargas Llosa, La ciudad y los perros
En los años 60, la narrativa española experimentó una importante renovación en la novela. Los escritores de esta década buscaron alejarse del realismo social predominante en las décadas anteriores y exploraron nuevas técnicas y temáticas. A continuación, destacaré algunos aspectos clave de esta transformación:
Experimentación formal:
- Los autores de los años 60 se inspiraron en las corrientes literarias extranjeras, como el nouveau roman y el boom hispanoamericano.
- La experimentación narrativa fue esencial. Se exploraron nuevas técnicas, como:
- Estructuras no lineales: Los autores rompieron con la linealidad temporal y espacial.
- Punto de vista subjetivo: Se utilizó el monólogo interior y el estilo indirecto libre para explorar la subjetividad de los personajes.
- Segunda persona: Algunas novelas emplearon la narración en segunda persona.
- La arquitectura formal de los textos cobró importancia.
Autores destacados:
- Luis Martín-Santos: Su obra “Tiempo de silencio” (1962) combina crítica social y preocupaciones existenciales con un audaz uso de las nuevas técnicas formales.
- Juan Marsé: En “Últimas tardes con Teresa” (1966), Marsé también experimentó con la presentación temporal de los hechos y la crítica social.
- Juan Goytisolo: Su novela “Señas de identidad” (1966) también refleja la renovación formal y temática de la época.
Características de la novela experimental
La novela experimental es una corriente literaria que se caracteriza por desafiar las convenciones narrativas y estructurales de la novela tradicional. A continuación, te presento algunas de sus características esenciales:
Innovación formal:
- La novela experimental rompe con la tópica cronología lineal. En lugar de seguir una estructura temporal tradicional, se mueve adelante y atrás según los requerimientos de la historia.
- Se emplea un uso abundante de imágenes y metáforas, lo que enriquece la experiencia del lector.
- La alteración del orden sintáctico oracional también es común, creando una prosa más dinámica y sorprendente.
Enfoque en la subjetividad:
- La narrativa experimental presta especial atención a la subjetividad de los personajes. Utiliza técnicas como el monólogo interior, siguiendo las directrices de autores como James Joyce, Virginia Woolf y William Faulkner.
- A veces, se utiliza la segunda persona, dirigiéndose el narrador a un “tú” indeterminado, lo que crea una conexión más íntima con el lector.
Significados simbólicos y alegóricos:
- Las historias en la novela experimental a menudo se convierten en parábolas o alegorías generales de la condición humana.
- Los autores exploran significados más allá de la trama superficial, invitando al lector a reflexionar sobre temas universales.
Mezcla heterogénea de estilos y géneros:
- La narrativa experimental fusiona elementos de diferentes géneros y estilos literarios. Puede incluir novela negra, estilo directo e indirecto, monólogos y diálogos, entre otros.
- Esta mezcla crea una experiencia literaria única y desafiante.
Periodo predemocrático: 1970-1975
Cuando se empieza a dejar atrás el interés por la experimentación, los autores se centran más en la trama y la estructura de la novela es más simple y lineal, más tradicional. Surge una gran variedad de tendencias: novelas policíacas, de aventuras, de intriga, costumbristas, fantásticas, de amor, novela negra, etc.
Durante el período predemocrático en España (que abarca desde 1970 hasta 1975), la narrativa experimentó cambios significativos. A continuación, destacaré algunos aspectos relevantes de este período:
Experimentación narrativa:
- Se abrió un ambiente de mayor libertad en la cultura española tras la muerte de Francisco Franco en 1975.
- Los escritores comenzaron a explorar nuevas técnicas y enfoques en sus obras.
Juan Benet y Adolfo Suárez:
- Juan Benet, con novelas como “Una meditación” (1970) y “Un viaje de invierno” (1972), fue un exponente de la experimentación formal en la narrativa.
- Adolfo Suárez, como presidente de gobierno, contribuyó a la transición a la democracia y al ambiente propicio para la renovación literaria.
Otros autores destacados:
- Francisco Umbral con su novela “Mortal y Rosa” (1975).
- Gonzalo Torrente Ballester y su obra “La saga/fuga de J. B.” (1972).
- Manuel Vázquez Montalbán y su novela “Yo maté a Kennedy” (1972).
los años 70 - Los novísimos
José María Castellet publica en 1970 la antología Nueve novísimos poetas españoles, en la que aparecen Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Pedro Gimferrer, Ana María Moix, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Leopoldo María Panero, José María Álvarez y Antonio Martínez Carrión
Según la crítica, las características de este grupo se pueden resumir así | Descripción |
---|---|
Preocupación máxima por el lenguaje y por el poema como creación autónoma | |
Esteticismo | (En lo que enlazan con el grupo Cántico y los del 27), revalorizando lo lujoso, decadente, al mismo tiempo que lo lúdico. Este esteticismo se relaciona con el culturalismo y el exotismo de que hacen gala |
Sus poemas a veces se presentan como literatura de la literatura | Citas, referencias intertextuales, variaciones... |
La presencia de los mass media como referente cultural y fuente de mitos populares en los que inspirarse o a los que tergiversar | El cine enseña también una forma de mirar la realidad y de componer los poemas |
Uso frecuente de procedimientos experimentales | Ruptura del verso, disposición gráfica no normal, supresión de signos de puntuación, collages con textos, refranes, recortes de anuncios... |
Presencia del surrealismo | Recuperación de los valores irracionales del lenguaje. Gusto por la sorpresa y lo inusitado |
Muchos de estos autores llegan a separar completamente realidad y poesía | Se proclama la autonomía del mundo poético respecto de cualquier referente externo. El más claro ejemplo es la multitud de poemas de metapoesía |
Dentro de este grupo podemos distinguir dos líneas | |
Autores que comienzan a escribir en los inicios de la década de los 60. Muy influidos por la cultura pop | (Vázquez Montalbán, A la sombra de las muchachas sin flor, 1971, sería un buen exponente de esta línea) |
Una segunda Generación que se da a conocer en los años finales de la década o ya en los 70, influidos por el decadentismo de Kavafis, poeta griego de primeros de siglo | Son más esteticistas. Citemos a Guillermo Carnero (Dibujo de la muerte, 1967; su esteticismo se puede resumir en uno de sus versos: "raso amarillo a cambio de mi vida") o a Antonio Colinas (Sepulcro en Tarquinia) |
Como rasgos generales, podemos destacar la importancia de la ironía y el carácter rompedor. Admiten en lo poético una nueva imaginería que va desde Mickey Mouse hasta Humphrey Bogart. Son autores que se abren a la cultura foránea (la mayoría son, al menos, trilingües) y realizan estudios en el extranjero. Se proponen romper la estructura rítmica de los poemas. Para ellos no hay alta o baja cultura, sino simplemente conocimientos que se pueden usar en el poema |
Últimas generaciones poéticas
Es algo difícil decidir cuáles son los autores más destacados de los últimos veinte años, ya que aún nos falta la necesaria perspectiva histórica para poder hacer una criba justa y correcta. Las características de la poesía de estos años son bastante diversas e, incluso, divergentes. No se aprecia una dirección única o una tendencia predominante. Señalemos algunos nombres, los más significativos: Antonio Colinas, Antonio Carvajal, José Miguel Ullán, Jenaro Talens, Luis Alberto de Cuenca, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena
Hay diversas tendencias:
Tendencia | Significado |
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Experimentalismo (Ullán) | Poemas vanguardistas, collages, poemas visuales... |
Culturalismo (Colinas) | Influencia del mundo clásico grecolatino. El poeta manifiesta un vasto dominio cultural |
Clasicismo (De Cuenca, Siles, Villena) | Vuelta a moldes estróficos clásicos (sonetos, endecasílabos). Influjo de autores renacentistas |
Neobarroquismo | Carvajal |
Metapoesía (Talens) | Poesía sobre la poesía |
Minimalismo | La estética de lo cotidiano, de lo mínimo |
Antirretoricismo.-Poética del silencio (Valente, Siles, Jover) | Hablar por hablar para callar lo único importante, lo que el hombre busca pero ignora |
En una línea surrealista | Blanca Andreu |
Poesía de la experiencia | Andrés Trapiello, Justo Navarro, Luisa Castro, o Felipe Benítez Reyes
Es, en nuestros días, una de las líneas más cultivadas, la que más premios poéticos acapara. Se basa esta poesía en los recuerdos de la infancia o adolescencia, con unos temas y un lenguaje siempre apegados a la realidad. Frente al pop de los novísimos, que consideran demasiado trivial, vuelven sus ojos a la infancia, a los orígenes. Son poetas que cuidan el lenguaje, sin que ello se convierta en una obsesión |
También dentro de esta tendencia destacamos a los poetas granadinos que suelen agruparse con el título de una antología común: La otra sentimentalidad” (1983); Álvaro Salvador, Miguel D‟Ors y Luis García Montero (Diario cómplice, 1987, La intimidad de la serpiente, 2003).