¿Cómo fue el reinado de Isabel II en España?
Isabel II se convirtió en reina de España cuando era muy pequeña porque su papá, Fernando VII, murió. Como era tan pequeña, su mamá, María Cristina, gobernó el país hasta que Isabel fue lo suficientemente mayor. Pero hubo un problema. El hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro, dijo que él debería ser el rey porque las mujeres no podían ser reinas.
Este conflicto sucesorio, conocido como el Carlismo, causó tres guerras durante el siglo XIX: la primera y más importante de 1833-1837, la segunda de 1846-1849 y la tercera de 1872-1876. Las guerras Carlistas provocaron una gran división social y un trágico balance de muertos con más de 300.000 fallecidos. Durante el reinado de Isabel II, hubo intentos de modernizar España, pero también hubo muchos problemas. Había mucha tensión entre diferentes grupos políticos y problemas económicos. Finalmente, hubo una revolución en 1868, y Isabel II tuvo que irse de España.
El problema sucesorio y la primera guerra carlista
La sucesión al trono tras la muerte de Fernando VII
En octubre de 1830 nació Isabel de Borbón, hija de Fernando VII. El rey consiguió así tener descendencia con su cuarta esposa, María Cristina de Borbón. Unos meses antes del parto, el rey aprobó la Pragmática Sanción por la que se abolía la Ley Sálica de 1713 que excluía del trono a las mujeres
Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII y hasta ese momento su sucesor, vio cerrado su camino al trono
La Primera Guerra Carlista (1833-1837)
La primera guerra carlista fue un conflicto civil que enfrentó a los partidarios de Isabel II, apoyados por los liberales, con los de Carlos María Isidro, respaldados por los absolutistas. La guerra se prolongó desde 1833 hasta 1840, y tuvo como escenarios principales el País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón.
Las causas de la guerra fueron la oposición entre el liberalismo y el absolutismo. Los carlistas defendían el Antiguo Régimen, basado en el poder absoluto del rey, el privilegio de la nobleza y el clero, el sistema foral y el catolicismo exclusivo. Los isabelinos abogaban por una monarquía constitucional, la soberanía nacional, la igualdad ante la ley, el fin de los fueros y la tolerancia religiosa. La guerra terminó con el Convenio de Vergara, que concedió a los carlistas vascos y navarros el mantenimiento de sus fueros, pero no reconoció los derechos dinásticos de Carlos, que se exilió en Francia. Isabel II fue reconocida como reina de España
Desamortización de Mendizábal (1836-1837)
- Fue una medida liberal para reducir el déficit del Estado y financiar la guerra contra los carlistas.
- Se expropiaron y subastaron las propiedades de la Iglesia, excepto las destinadas a culto y beneficencia.
- Buscaba también la creación de una clase media de propietarios agrarios que apoyara el régimen liberal.
Constituciones de 1837 y 1845
Las Constituciones de 1837 y 1845 fueron textos fundamentales en la historia constitucional de España, reflejando el dinamismo político del país en el siglo XIX.
Constitución de 1837:
- Contexto: Surgió en el marco de la regencia de María Cristina de Borbón durante la minoría de edad de Isabel II, en un período marcado por las guerras carlistas.
- Características: Fue una revisión de la Constitución liberal de 1812, aunque menos radical. Estableció la soberanía compartida entre las Cortes y la corona, el sufragio censitario y la bicameralidad (Congreso y Senado).
- Importancia: Representó un compromiso entre los progresistas, que buscaban ampliar las libertades, y los moderados, que defendían un poder ejecutivo fuerte.
Constitución de 1845:
- Contexto: Promulgada durante el reinado de Isabel II, en un momento de consolidación del poder moderado.
- Características: Fue más conservadora que la de 1837. Restringió el sufragio censitario, fortaleció el poder de la corona y limitó las libertades individuales.
- Importancia: Reflejó el triunfo de los moderados sobre los progresistas y estableció un marco legal que perduró, con interrupciones, hasta la Revolución de 1868.
Ambas constituciones son ejemplos de la tensión entre las fuerzas liberales y conservadoras en España, y de cómo esta tensión se tradujo en textos legales que buscaban equilibrar el poder entre la monarquía y las instituciones representativas
La Segunda Guerra Carlista (1846-1849)
La Segunda Guerra Carlista fue una pelea que tuvo lugar en Cataluña entre 1846 y 1849. Algunas personas querían que Isabel II se casara con Carlos Luis de Borbón, quien era del equipo carlista. Pero Isabel II decidió casarse con otro chico, Francisco de Asís de Borbón, y eso hizo que algunas personas se enfadaran.
Entonces, un montón de personas en Cataluña se levantaron y empezaron a luchar. Había alrededor de 4000 personas en el equipo carlista y 40 000 en el equipo de Isabel II. La pelea más grande fue en un lugar llamado Cervera. Y aunque había algunas otras peleas en otros lugares, no fueron tan grandes. Al final, el equipo de Isabel II ganó y las cosas se calmaron
Desamortización de Madoz (1855)
- Fue más amplia que la de Mendizábal y afectó a bienes municipales, propiedades de órdenes militares y remanentes de bienes eclesiásticos.
- Tenía objetivos similares: sanear las finanzas públicas y promover el desarrollo agrario mediante la creación de una burguesía rural
Ambas desamortizaciones tuvieron un impacto profundo en la estructura de la propiedad de la tierra en España, aunque también generaron controversia y conflictos sociales. La redistribución de la propiedad no siempre logró los objetivos deseados y, en muchos casos, las tierras acabaron en manos de la oligarquía y especuladores, sin mejorar significativamente la producción agrícola ni la situación de los campesinos.
La Tercera Guerra Carlista (1872-1876)
La tercera guerra carlista se desarrolló principalmente en las Provincias Vascongadas, Navarra y Cataluña. Además de la defensa del orden y la unidad católica, la restauración de los fueros abolidos por Felipe V influyó en el levantamiento en Cataluña y, en menor medida, en Valencia y Aragón. También hubo algunas partidas poco activas en Andalucía y otras áreas montañosas. Los carlistas fueron derrotados en esta guerra civil
La creación del Estado liberal: las regencias de María Cristina y Espartero (1833-1843)
La regencia de María Cristina y el Estatuto Real
Cuando el rey Fernando VII murió en 1833, su hija Isabel II tenía solo tres años, por lo que era demasiado pequeña para gobernar. Entonces, su madre, María Cristina, se convirtió en la regente, lo que significa que gobernó en nombre de Isabel hasta que ella fuera mayor de edad
Durante este tiempo, María Cristina tuvo que enfrentarse a una guerra civil llamada la Primera Guerra Carlista, porque había personas que no querían que Isabel fuera reina. Para ganar apoyo, María Cristina tuvo que hacer concesiones a los liberales, quienes querían más libertad y menos poder para el rey. Esto llevó a muchos cambios y al final del Antiguo Régimen
En 1834, María Cristina promulgó el Estatuto Real. Este documento creó un nuevo tipo de gobierno con dos grupos llamados estamentos. El Estamento de Próceres estaba formado por nobles y personas ricas elegidas por la Corona, y el Estamento de Procuradores estaba formado por personas elegidas por un grupo muy pequeño de la población. Aunque este sistema daba a algunas personas más voz en el gobierno, no era una verdadera constitución porque no venía del pueblo, sino del rey. Además, no incluía derechos y libertades para las personas, por lo que muchos no estaban contentos
El Estatuto Real
El Estatuto Real fue promulgado en España el 10 de abril de 1834 por la regente María Cristina de Borbón a modo de carta otorgada. Se crearon unas nuevas Cortes que estaban a medio camino entre las Cortes estamentales y las modernas. Estas Cortes estaban integradas por dos estamentos:
1. Estamento de Próceres (Cámara Alta): Sus miembros no eran elegidos, sino designados por la Corona entre la nobleza y los poseedores de una gran fortuna.
2. Estamento de Procuradores (Cámara Baja): Sus miembros eran elegidos mediante un sufragio muy restringido que incluía a poco más de 16.000 personas, sobre una población de 12 millones de habitantes.
El Estatuto Real no era una Constitución, ya que no emanaba de la soberanía nacional, sino de la soberanía del rey absoluto que autolimitaba sus poderes por propia voluntad. Siguió el modelo de la monarquía restaurada en Francia después de Napoleón con Luis XVIII. No contenía una declaración de derechos y libertades ni apenas otra cosa que no fuera la mera convocatoria de Cortes. La terminología empleada (estamentos en vez de cámaras, procuradores en vez de diputados) denotaba una voluntad explícita de situar el régimen del Estatuto lejos de la tradición constitucional del liberalismo español.
El Estatuto Real significó el fin definitivo del Antiguo Régimen en España e introdujo las instituciones y mecanismos parlamentarios que existían en los Estados europeos políticamente más avanzados de aquel tiempo
La caída de María Cristina
En 1836 tuvo lugar la “Sargentada de la Granja”. Los sargentos de la Guardia Real obligaron a la reina regente que descansaba en el palacio de La Granja (en Segovia), a suspender el Estatuto Real y a restituir la Constitución de 1812
La caída de María Cristina se produjo en 1840, cuando el general Baldomero Espartero, la obligó a abdicar y exiliarse en Francia. Espartero se convirtió en regente hasta 1843, cuando fue derrocado por una rebelión militar que devolvió el poder a los moderados. Isabel II fue declarada mayor de edad y comenzó a reinar bajo la influencia de su madre y de sus amantes
Finalmente, una sublevación militar organizada por los moderados, a la que se unieron algunos progresistas, precipitó el fin de la regencia de Espartero. Las nuevas autoridades aceleraron la coronación de Isabel II, pese a que solo tenía catorce años
Sargentada de la Granja
La Sargentada de la Granja fue una sublevación que tuvo lugar en España en agosto de 1836, durante la regencia de María Cristina de Borbón. Aquí tienes un resumen de los acontecimientos:
– Contexto: En ese momento, España estaba atravesando una serie de tensiones políticas y militares. Los progresistas, que defendían una monarquía constitucional, se enfrentaban a los moderados, que preferían un enfoque más conservador. Además, una expedición carlista dirigida por el general Miguel Gómez Damas recorría el país, lo que aumentaba la inestabilidad.
– Los hechos: Un grupo de sargentos de la guarnición y de la guardia real del Palacio de La Granja de San Ildefonso (Segovia) se sublevaron. Obligaron a María Cristina de Borbón a restablecer la Constitución de 1812 y a nombrar un gobierno liberal progresista. José María Calatrava presidió este nuevo gobierno, con Juan Álvarez Mendizábal nuevamente en la cartera de Hacienda .
– Consecuencias: La Sargentada de la Granja marcó un momento clave en la lucha entre liberales y absolutistas en España. La Constitución de 1812 fue nuevamente reconocida, y se formó un gobierno que favorecía las reformas liberales.
En resumen, este levantamiento liderado por sargentos tuvo un impacto significativo en la política española de la época
El reinado efectivo de Isabel II
La década moderada (1843-1854)
Isabel II accedió al trono en noviembre de 1843, debido a un adelantamiento de su mayoría de edad. Desde un principio mostró su preferencia por los moderados y dejó fuera del juego político al Partido Progresista. Se abrió así un largo período de predominio moderado. En mayo de 1844 se formó un gabinete presidido por el general Ramón María Narváez, la figura más destacada de los moderados
El Bienio Progresista (1854-1856)
El poder de Narváez se volvió cada vez más dictatorial y provocó un creciente descontento que llevó a un pronunciamiento militar encabezado por el general O’Donnell. El triunfo de la sublevación propició el fin de la década moderada y la formación de un gobierno presidido por el progresista Baldomero Espartero. Por otro lado, el general O’Donnell creó un nuevo partido, la Unión Liberal, que buscaba cubrir un espacio de centro entre moderados y progresistas, aunque gobernó junto a estos últimos en el inicio del Bienio Progresista
El retorno de los moderados y el gobierno de la Unión Liberal (1856-1863)
La agitación social creciente provocó la ruptura entre Espartero y O’Donnell. Se inició un proceso de revisión que provocó el regreso de Narváez y los moderados al poder en octubre de 1856
La última etapa de los moderados y el exilio de Isabel II (1863-1868)
La vuelta de Narváez al poder en 1863 marcó el inicio del período terminal del Partido Moderado. El creciente autoritarismo de Narváez llevó a la firma del Pacto de Ostende. Este pacto llevó finalmente a la “Revolución Gloriosa” de 1868 que obligó a Isabel II a exiliarse e inauguró el Sexenio Democrático (1868-1874)